sábado, 10 de diciembre de 2016

Escuchando a los rebeldes en Siria.

La fotografía está llena de ironía. La cabeza cortada es mostrada a la multitud por un terrorista wahabi que lleva una camiseta de Coca Cola. Coca-Cola, el símbolo de la libertad occidental (1)
Para entender como las corporaciones están implicadas en esta brutal guerra contra Siria recomiendo este enlace: Los intereses económicos detrás de la guerra en Siria.


Sobre la naturaleza de lo que ocurre en Siria y sobre la misma naturaleza de los apodados como rebeldes ya les he hablado en otros artículos, por ejemplo, en este que les adjunto pueden ver cómo se desarrolló y creo este proceso y quiénes fueron sus promotores: Las revueltas en Siria. Pero hoy quería exponerles la opinión directa de algunos de esos rebeldes, en concreto de aquellos que son de origen sirio, una minoría dentro del entramado de organizaciones de mercenarios islámicos que han entrado a este país, Siria, procedentes de lugares tan diversos como: Arabia Saudí, Libia, Chechenia, Afganistán, Turquía, Túnez, Marruecos, Egipto o incluso de países europeos como España o Alemania. Vamos a escucharles para entender cómo actuaban y por qué hacían esto. Lo que aquí se documenta no es nada nuevo, los actos atroces que han cometido estas personas son de sobra conocidos, hasta ellos mismos los han grabado en numerosas ocasiones, ver este enlace: La tragedia.
Tampoco piensen que se van a encontrar en los siguientes relatos del documental en el que están registrados, The Flood (1), con tipos de aspectos muy extraño, al menos estos que no son extranjeros. Estas personas, que cometieron actos atroces en momentos de locura y ceguera, tienen el aspecto normal de usted  o de yo mismo, no se engañen.
Ellos hablan, escúchenles para entender lo que sucedía y sucede en Siria.

Hassan Salahi, líder de la brigada al-Islam comenta los comienzos y como se intentaba coaccionar y comprar a la gente:

Había aquellos que seguían presionando a otros para salir a la calle, pero la respuesta era que la gente quería ir a su trabajo diario para ganarse la vida. Les dijeron que cada uno conseguiría 500 libras sirias tomando la calle.  (2)

O el modo, de como a través del dinero a gente parada o especialmente también a delincuentes se formaban las filas rebeldes, y no solo en Siria, lo  expone Amer Darwish, de Jabhet Nusra. 

"Jamal Ramadan", un sastre, solía venir a "al-Abada" y ofrecer a aquellos parados y saqueadores 500 libras sirias por salir a las calles, el viernes, después de realizar las oraciones. Así, solían salir a las calles y asaltar aquellas tiendas cerca de la mezquita, además de romper los cristales de los coches que aparcaban en las cercanías.


"Jamal " recibió fuera de la ciudad emires de fuera de Siria, como los dos emires saudíes: "Abu al-Amir" y "Abu al-Walid", además del emir de Jordania "Abu Abdullah" . Nos dijeron que debíamos tomar las armas contra el Estado. Nos suministraron a los presentes, 10, 20 o 30, con armas y empezaron a adiestrarnos como usar las armas. (2)

También H. Salahi habla sobre la disparidad de lo que ocurría en las calles de Siria y lo que los medios corporativos occidentales y de las dictaduras catarí o saudí, además de la izquierda y de las organizaciones humanitarias occidentales, contaban.

No más que 60 solían salir a las calles, pero cuando volvíamos a casa y veíamos los canales de televisión al-Jazeera o Wisal, quedábamos asombrados al ver que 1.500 salieron a las calles en la ciudad de Duma. No obstante, solíamos decir que eso era para nuestro propio beneficio.(2)

Hecho confirmado también por Hisham Khublya Comandante Adjunto de la brigada de los Mártires de Duma.

Estaba asombrado de ver y oír en los canales de televisión que eran cientos aquellos que salieron a la calle, cuando no eran más de 30. (2)

Él mismo habla sobre cómo se organizaban las manifestaciones y lo "pacíficas" y "bien intencionadas" que eran.

Imad Khaiti y Amar Ward Esham solían darnos órdenes, pues ambos estaban al mando de las manifestaciones. Solían informarnos, por ejemplo, que deberíamos reunirnos a la hora de los rezos de la tarde en la gran mezquita. 
Entre nosotros había alguno que elaboraba piezas de hierro en forma de estrella, que eran usadas para echarlas a lo largo de las carreteras para que cuando  los vehículos   de las fuerzas de seguridad apareciesen en el lugar los neumáticos serían rajados por estas piezas de hierro. Lo que se traducía en una parada total en su marcha. Además, los financiadores nos suministraban explosivos  con los cuales atacábamos a las fuerzas de seguridad. Así explotarían y serían golpeados y heridos por la metralla. 

Solíamos prender fuego a neumáticos a la noche, a contenedores de basura vacíos, además de tirar piedras y grandes trozos de hormigón en medio de las calles. Movimos la parada de autobuses cerca de "al-Baladiya" y la tiramos en medio de la calle, pues no había fuerzas de seguridad en aquel momento. Nuestro único propósito era solo destruir. (2)

El que no obedecía y no seguía las órdenes de esos grupos armados pagaba las consecuencias comenta H. Salahi.

Nos juntamos en Duma a las 7.0 A.M. y decidimos no permitir a nadie abrir su tienda. El lugar de encuentro en la gran mezquita. Nos daban 500 libras sirias a cada uno y esperábamos allí para ver si los propietarios de las tiendas las abrían o no. En realidad ellos abrían sus tiendas. Por nuestra parte pedíamos a los de los tambores que tocasen y nosotros gritábamos eslóganes pidiendo libertad y amenazándoles también a ellos para que cerrasen sus tiendas o serían atacados. Algunos nos echaban, preguntando sobre nuestra intención detrás de todo esto. Ellos, además, nos pedían que nos fuésemos, pues ellos querían ganarse la vida. Uno de ellos llamado "Ma´an Haidar" nos dijo que no cerraría su tienda, pero nosotros asaltamos su tienda, rompimos todo lo que había adentro, además de lo que había en la entrada. (2)

Y también sobre el verdadero carácter, sobre la verdadera realidad de las manifestaciones y, especialmente, de los propios manifestantes como él. Todo ello ocultado al público occidental por sus medios de comunicación.

Solíamos ponernos ropas civiles, esconder nuestras armas debajo de nuestra ropa y tomar parte en las manifestaciones. Solíamos disparar a las fuerzas de seguridad en el momento en que aparecían. Muchos civiles que no tenían nada que ver con ello eran muertos. Solíamos pedir a la gente que no se retirase ni se asustase durante los choques con las fuerzas de seguridad y nosotros solíamos dispararles a ellos también, pero ellos no nos escuchaban. (2)

El modo de actuar en las manifestaciones era el de usar la violencia y los asesinatos, pero acusando de ellos a las fuerzas de seguridad sirias, policía o ejército, que supuestamente atacaban y reprimían a manifestantes pacíficos, según indicaban los medios de comunicación, las organizaciones humanitarias o buena parte de la misma izquierda occidental
Rabi "Kala", miembro de Jabhet Nusra, explica este modo de actuación:

"Abu Iskandar" me dijo que una manifestación se dirigiría al pueblo de "al-Nashabiya", dándome un rifle de corredera y ordenándome esconderme, disparar a los manifestantes  y más tarde acusar a las fuerzas de seguridad. (2)

La violencia era la norma, no las manifestaciones pacíficas. Mohammad Burhan,que estaba a cargo del contrabando de armas, así lo expresa:

Los vehículos de las fuerzas de seguridad solían pasar junto a los manifestantes sin incluso molestarlos. Pero los manifestantes solían disparar deliberadamente al vehículo. Tendían a entrar en conflicto con las fuerzas de seguridad, así iría a peor.

Se solía pegar fuego a neumáticos desde las 6 A.M. en cada callejuela. Encontrarías hombres armados que atacarían las tiendas de cualquiera que se atreviese a abrir. El único que solía tener su tienda abierta era "Abu Ali George", que solía vender bebidas de alcohol y refrescos. Solían ir a esa tienda después de forzar a los propietarios de las tiendas a cerrarlas. Bebían alcohol y fumaban a la hora en que la huelga terminaba.

Cada uno tenía su propio rifle y chaleco acompañando a los manifestantes o sobre motocicletas, a pie o posicionándose en las entradas de las callejuelas. Aquellos eran los primeros que tenían armas y los que eran buscados. (2)


La violencia se practicaba por parte de estos grupos armados, los rebeldes, contra prácticamente todo y todos. Rabi Kala relata como atacaban incluso a las escuelas y también a los civiles que pasaban por la calle.

Asaltamos la escuela primaria del mártir "Abdulah al-Khatib" en nuestra ciudad. Prendimos fuego a los pupitres, asaltamos la habitación de la administración de la escuela, hicimos pedazos todos los papeles y documentos, rompimos las ventanas y destrozamos las puertas.

Solíamos instalar puntos de control y pedir a los conductores que se bajaran para apoderarnos de su vehículo. Si se negaba lo forzaríamos a  bajarse, lo asesinaríamos,  y tiraríamos su cuerpo al río. Solíamos vender el vehículo o sus partes. (2)


Hassan Salahi habla también sobre esto y de cómo le ordenaron matar a un hombre y cómo se deshicieron de él:

En uno de los puntos de control que instalamos paramos a un conductor, lo detuvimos y lo enviamos para ser interrogado a una granja en "al-Ib" en la ciudad de "Duma" llamada la granja "al-Ter". El interrogador era era "Abu Khailed al-Bashash" que solía consultar a "Zahran Aloush", cuando tenía que ver con emitir una fatwa [un pronunciamiento emitido por un especialista en ley religiosa], por ejemplo. Una fatwa fue emitida para matar al hombre. Me pidieron a mí matar al hombre, yo pregunté, por qué yo, pero me dijeron que era el elegido para matarlo, añadiendo que el cuchillo estaba listo. Este no era grande ni pequeño. Me dijeron que tenía que matar al hombre con este cuchillo en particular. Lo maté y estuvo respirando durante 15 minutos, cuando ya murió pusimos el cuerpo en la parte trasera del coche y lo llevamos a una zona dentro de "al-Ib", a solo 500 m y lo tiramos a los conductos del alcantarillado. (2)

De un modo similar actuó H. Khublya, haciendo de las matanzas el modus operandi de estas personas que en cualquier parte del mundo serían calificados como terroristas desalmados, pero en Siria parece que todo valía para la opinión occidental

Sheikhs  de "Duma" vino con ocho personas y me ordenó matarlos a  todos después de emitir una fatwa. Llevé a los ocho a la zona de "al-Ib"  y les disparé matándolos a todos. No sabía nada sobre ellos. Pusimos los ocho cuerpos en un agujero que era 5 m de largo, 5 m de ancho y 4 m de profundo, donde los enterramos y cubrimos el agujero con tierra. (2)

Del bloqueo y sitio a centros hospitalarios para que dejasen de funcionar bien poco se hablo tampoco en nuestros medios de comunicación. Testimonio de H. Khublya:

Solíamos cortar las carreteras y forzar a las enfermeras que vivían en la zona de "Kutaifa", pero que trabajaban en los hospitales del gobierno en Duma, a renunciar a tratar a los heridos en los hospitales de la zona, pero lo rechazaron. Como consecuencia no los permitiríamos ir a los hospitales y a volver de donde ellas vinieron. Impusimos un sitio sobre el hospital hasta que paró completamente de trabajar. (2)

Algo que es llamativo también en la respuesta del mundo occidental es su silencio ante el forzamiento y las violaciones colectivas de mujeres, con incluso indicaciones especiales de líderes religiosos a realizarlo.

Confesiones de Rabi Kala:

Robamos un jeep de la zona de "Al-Medan" y condujimos armados hasta la plaza del pueblo de "Nashabiya" para elegir entre las chicas  que estaban allí de edad de 25. Elegimos algunas de ellas a punta de pistola y nos las llevamos a una granja a lo largo de la carretera de "al-Marj". Las violamos, permanecieron secuestradas durante 6 horas. Más tarde las dejamos a los largo de la carretera de "Nashabiya". (2)

Confesiones de H.Salahi:

Eran las ocho de la mañana y estábamos hablando sobre traer a prostitutas para divertirnos. "Suleiman Hijazi" me dijo que él lo haría. Presentes estábamos "Yousef Hanan", "Ma´rouf  Touma" y yo. "Suleiman volvió con dos chicas. Yo le pregunté como se las había apañado para hacerse con ellas. El dijo que fue al pueblo de "Nashabiya" para ver a alguien. Vio a su mujer que le gustó, y amenazó al hombre apuntándole con la pistola, lo ató en la parte trasera de la casa y amenazó a su mujer indicándole que nos acompañaba o que mataba a su marido. Su vecina "Rim" le estaba haciendo una visita y volvieron a Duma con las dos, una de ellas estaba casada y la otra soltera. Él fue a un piso cerca de la plaza "Shuhada". Él violó a la virgen "Rim", mientras nosotros pasábamos el rato con con "Huda" hasta la mañana. (2)

El pillaje formaba parte del botín de los rebeldes.
H. Salahi:

Después de que todos los residentes de la ciudad de Duma huyeron y de que no había presencia del ejército sirio, establecimos puntos de control. Las calles estaban vacías y teníamos un control completo sobre las casas evacuadas, así nos hicimos con todo lo que había de valor dentro de ellas, como: joyería, pantallas de Televisión, equipos de satélite digital, máquinas lavadoras automáticas, refrigeradores y similares. Solíamos cargarlos en vehículos a la noche. (2)

H. Khublya:

Había almacenes de azúcar en "Al-Shifoniya" en la zona industrial en la ciudad de Duma. El almacén era de 125 m de largo, 50 de ancho y 6 m de alto. Había tres almacenes sin personal de las fuerzas de seguridad, con personal civil. Eran 5 en número. Asaltamos  los almacenes, detuvimos a los cinco civiles en la prisión de la brigada "al-islam" y nos pusimos a cooperar con un americano que era comandante de un grupo de la brigada "al-Ridwan" para robar todo el azúcar de esos almacenes. Cada vehículo solía llevar 5 Tn, había 10 vehículos. Así eran 50 toneladas, eso era lo que solíamos robar diariamente y el americano solía robar la misma cantidad el día siguiente. Toda la cantidad de azúcar guardada en esos almacenes fue robada en una semana. (2)

El mando, la dirección de la actuación de los rebeldes no venía de Siria, sino del exterior.
H. Khublya:

En la zona de "al-Ib" había zonas que estaban bajo la estricta vigilancia de la brigada "al-islam", nadie era capaz de entrar, la razón era que había extranjeros dentro, que estaban vinculados a las brigadas "al-islam": saudíes, libios, tunecinos y otros. Solían llevar túnicas cortas y pantalones debajo de ellas, algunos tenían el pelo largo, así ellos parecían realmente extraños y extranjeros: saudíes, libios, tunecinos y turcos. Ellos eran los comandantes de la brigada "al-islam" y de la brigada de los "mártires de Duma" y solían dar órdenes a Zahran Aloush, Abu Ali Khubiya, Abu Subhi Taha y a todos los demás comandantes. No solo en la ciudad de Duma, sino además a todos los otros comandantes, porque ellos los financiaban. (2)

Algunos, ya finalmente, son cosncientes de lo que ha supuesto esa ayuda externa al terrorismo, cmo Rafik Mutaz Shur, que estaba a cargo del almacenaje y la transferencia de armas:

Esos estados que apoyan el terrorismo, como Arabia Saudí, Turquía, Catar y otros, han traído a la gente de Siria destrucción y muerte. (2)

Aquí habría que incluir con todo el derecho también a Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, la Unión Europea en su conjunto, además de Israel. La actuación de Israel es desvelada en este documental donde aparecen los testimonios de estos rebeldes, tanto en el bombardeo de Siria como por el suministro de armamento.
Ala al-Isba, líder de la brigada "al-Habib al-Mustaf":

Solíamos recibir armas de alguien llamado "Abu Mohammad", que solía aprovisionarnos  con armas israelíes, como silenciadores, para llevar a cabo operaciones de secuestro para pedir rescate.
Solía tomar las rutas montañosas hacia el Líbano para traer armas de Israel. (2)

La colocación de coches bomba en las ciudades, como Damasco, y la detonación de ellos sin previo aviso y de forma indiscriminada, para provocar el máximo número de víctimas, ha sido y es otra de las características de estos rebeldes (Atentado en Hama). Lo explica Dr.Sa´d Khalifa a cargo de la división financiera en el Consejo Militar en Gouta occidental:

Los coches bomba eran preparados en las zonas de "M´adamiya" y "Jdeida", para ser detonados más tarde dentro de Damasco. Los perpetradores solían entrar en Damasco por las circunvalaciones, sin pasar por los puntos de control, además de preparar otros coches bomba en Damasco. (2)

El olvido, cuando no desprecio absoluto, hacia las víctimas de estos atentados terroristas indiscriminados era y es absoluto por parte de los medios de comunicación occidentales y también de las apodadas como organizaciones humanitarias. Ver estos dos enlaces: La falta de rigor y ética de los medios de comunicación y Las organizaciones "humanitarias" ante los atentados terroristas en Damasco.

También podríamos hablar del secuestro del equipo de reporteros de Syrian News Channel a cargo del Ejército Sirio Libre, el trato que recibieron, uno de cuyos miembros fue asesinado por estos grupos armados, y el silencio y falsificación sobre lo que ocurría y lo que contaban los medios occidentales. Lo comenta Mohammad Qasem Dala, uno de los secuestradores del equipo de periodistas de ese canal.

Después del Ramadan nuestros grupos armados fueron desplegados en la zona de "al-Tal", nos posicionamos cerca del lugar de "Panorama". Pasó un vehículo, sabíamos que era uno de la prensa. Paramos el vehículo e interrogamos sobre su identidad. Ellos dijeron que trabajaban para el Syrian News Channel, pero nosotros no les creímos. Reconocimos a la chica, que era "Yara Saleh", en el equipo del canal. Los detuvimos y los condujimos a la escuela religiosa. Fueron sometidos a cierto acoso. Presente en la escuela religiosa estaban el desertor Mayor "Samer" y "Ihsan Dabul", apodado "Sheikh", que solía suministrar fatwas para el grupo. 
Los miembros del canal de televisión fueron sometidos a tortura, eligieron entre los secuestrados a "Hatem" y se lo llevaron fuera. Algo más tarde ellos pidieron a "Samer al-Shalabi", "Abdul Latif Hamra", "Uzzo Musmos" y a otros dos hombres afeitados matarlo. Le dispararon a la cabeza a "Hatem" a la vez. Forzaron a los otros miembros del equipo a anunciar delante de la cámara que ellos desertaron y que ya no trabajaban más para Syrian News Channel y que estaban bien, pero en verdad ellos estaban siendo torturados y humillados. (2)

Esto es lo que les obligaron a decir:

"Nosotros, un equipo del Syrian News Channel. Yo soy la reportera Yara Saleh, yo soy el cámara "Abdullah Hatem" de la provincia de Dara, yo soy el conductor "Husam Imad". (2)

El conductor dirige además estas otras declaraciones, ante la mirada de la reportera Yara Saleh que no parece creer lo que oye:

 "Apoyamos al Ejército Sirio Libre. Ellos nos cuidan, nos tratan bien y nos ofrecen todo lo que necesitamos. La zona de "al-Tal" está siendo bombardeada". (2)

Bien, podríamos seguir poniendo más relatos y testimonios, pero creo que son suficientes para entender la naturaleza de esta "revuelta", en realidad una agresión e invasión externa a cargo de mercenarios fanáticos armados, entrenados y financiados por los mismos gobiernos occidentales en colaboración con las dictaduras del Golfo, de Turquía y de Israel. Todo con un fin, acabar con este estado independiente situado en Oriente Medio, un gran obstáculo para sus objetivos económicos, políticos y militares de la región y del mundo.
Les dejo los siguientes enlaces para entender por ejemplo los intereses económicos que hay detrás de esta guerra: Los intereses económicos detrás de la guerra en Siria.
Sobre el terrible futuro que pueden tener las mujeres, además de la tolerancia en general, en Siria si triunfa esta llamada eufemísticamente "rebelión": ¿El futuro de las mujeres en Siria?
La actuación completamente irresponsable e injustificada de la izquierda: ¿Por qué la izquierda apoya el ataque a Siria?
La actuación de Amnistía Internacional, cómplice de lo que está ocurriendo: El papel de Amnistía Internacional en la guerra contra Siria.

Además, les aconsejo dar un repaso a lo que viene sucediendo en Oriente Medio: Oriente Medio, y  ver unos documentales interesantes:






Notas:
(1) Alleged soldier brutally slaughtered by Al Qaeda linked terrorists. Syrianews, 17.10.2013. Enlace
(2) Syria: The flood. Syrianfreepress. Enlace


Publicado originalmente en: ¿Es posible la paz?

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